VIDEO: 8 “Chiripas de la ciencia”

Publicado por Jorge Rendón - 2017-06-28
a Real Academia discutió la posibilidad de incluir el término serendipia para uso científico en el Diccionario, con el mismo significado que la Academia Británica otorga a 'Serendipity': hallazgo fortuito o descubrimiento producido por accidente.
Como ejemplo de este fenómeno sería la llegada de Cristóbal Colón a América; hay algún otro que Serendipias ocurren todos los días. Se han publicado algunos artículos que lo constatan empíricamente: he estudiado uno que afirma que, tengas los sistemas de control que tengas, el 85% de los fallos se descubren por pura casualidad.
En el mundo científico, son especialmente frecuentes. Basta recordar la penicilina de Alexander Fleming o el poli tetrafluoretileno (teflón) de Plunkett. Hofmann descubrió accidentalmente el LSD y lo mismo ocurrió con los Pos-it, que derivan de un fallo de producción de una partida de pegamento. Los hallazgos son causales, sin duda; surgen de modo inesperado pero se topa con ellos quien anda buscando algo más o menos cercano. Y ese alguien está tan atento a lo que le rodea, que descubre de inmediato el uso de lo que ha aparecido sin esperarlo.
Disponemos de términos coloquiales más comunes para referirnos a la serendipia como son chiripa o carambola. Sin embargo, sé que hay que ser un científico para hacer descubrimientos científicos fortuitos. -el estar haciendo lo que debe para toparse con lo positivo que no se espera. El fenómeno de la serendipia existe o se percibe en diferentes áreas. En el caso de la ciencia, cuando se descubren cosas sin investigar sobre ello, por casualidad. En el caso de la literatura, cuando alguien escribe sobre algo que imagina que posteriormente va a existir y luego se demuestra que existe tal como se lo imaginó; e incluso se puede llamar serendipia cuando encontramos algo en Internet interesante sin haberlo buscado.
Origen de la palabra serendipia
La palabra serendipia proviene del inglés, “serendipity”, que deriva del vocablo árabe “Serendib” o “Sarandib”, es un nombre persa del país fabuloso árabe de la historia de Simbad, Las mil y una noches.
También, Serendip es el nombre árabe de la antigua isla llamada Ceilán, la actual Sri Lanka desde 1972.
Hay una antigua fábula persa del siglo XVIII, llamada “Los tres príncipes de Serendip”, en la que se narran las aventuras de tres príncipes, que cuentan con un extraño don de descubrir accidentalmente soluciones a sus problemas. En 1754, el escritor inglés Sir Horace Walpole (1717-1797) tomó este término de ese libro y habló de la riqueza expresiva del serendipity en una carta a Horace Mann.