UNICIDAD

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Publicado por Jorge Rendon - 2017-11-29

Cuando tratamos de aislar algo, nos damos cuenta de que es parte de todo lo demás del universo.  Así como es ilógico intentar aislar  una sola ola y separarla del océano, lo mismo sucede si no reconocemos nuestra unicidad.

 

Es difícil de comprender, en forma adecuada, la unicidad porque estamos inmersos en un mundo de cosas materiales.  El lugar de donde provenimos no tiene dicotomías, a diferencia del mundo material que depende de opuestos.  El polo norte de un imán no puede existir sin el polo sur.  No hay hombres, no hay mujeres, si no hay mal, no hay bien.  Pensamos en dicotomías, y nos identificamos en base a los opuestos.  Sabemos lo que nos gusta, lo que sabe bien, lo que nos hace sentir bien y así sucesivamente por la experiencia que tenemos con lo que nos desagrada.

 

La idea de unicidad es casi imposible de entender porque vivimos en un mundo de contrastes, y por lo tanto se requiere más de un elemento. Quizá una forma más fácil de entender este concepto es pensar en nuestros dedos, piernas, brazos, dedos de los pies y ojos.  No pensamos que son entidades separadas de todo nuestro ser.

Aunque tienen sus cualidades y características únicas, son parte de la unicidad a la que nos referimos como nosotros mismos.  Al igual que nuestra relación con la Fuente, o Ser Superior, o Dios antes de venir al mundo, todos éramos uno.

La unicidad como concepto de dónde somos implica eliminar todas las ideas de separación de alguien o de cualquier cosa.  Podemos sentir nuestra conexión con todos, con la tierra, con el universo, con todos los seres vivientes y sintientes.

 

Si nos imaginamos libres de toda etiqueta, de cualquier separación o juicio de este mundo y la vida que  lo habita, podemos entender la unicidad.  Esto significa simplemente solo ser.  El lugar en donde queremos entrar es solamente ser.  Podemos imaginarnos la Fuente del ser como una energía que está disponible para nosotros al igual que en el cielo. Entre más experimentemos nuestra naturaleza original, tendremos más paz y el propósito fluirá a través de nosotros.

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